Descripción del proyecto

El edificio responde al pasado industrial del 22@ con una fachada que contiene tonos cerámicos, que se plantea como una doble piel con un cierre exterior de celosía cerámica vertical y una piel interior formada por un aplacado cerámico en los puntos ciegos (forjados y pilares) y grandes aberturas vidriadas en el resto de los espacios. Los testeros se resuelven con unos balcones de dos metros de profundidad.

La doble piel que forma la fachada está diseñada según la orientación del edificio, diferenciando la separación de las lamas de aluminio en las fachadas con más incidencia solar de la de las fachadas con orientación norte.

Esta celosía está formada por baguettes metálicas romboidales de aproximadamente 70×50 mm y tiene un acabado lacado bicapa con un aspecto similar a la cerámica en diferentes tonalidades marrones, que se consigue mediante una base de diferentes intensidades de gris y un acabado de color marrón igual para todas las lamas.

Al igual que el resto de los componentes de la fachada, la celosía de lamas se ha ejecutado por módulos de lamas conformados previamente en taller para facilitar su posterior posicionamiento y montaje en obra.